¿Qué es la logística inversa?

Es el proceso de mover productos desde el consumidor final, hasta el fabricante o distribuidor para su devolución, reparación, reciclaje o eliminación, a diferencia de la logística tradicional que busca llevar los productos desde el fabricante hasta el cliente final.

Existen diferentes tipos de logística inversa:

  1. Gestión de devoluciones: está enfocada en tratar de evitar las devoluciones y regresar correctamente los productos que pueden al stock, para volverlos a comercializar.
  2. Refabricación o reacondicionamiento: es la restauración y reacondicionamiento de los productos, lo que implica procesos como diagnóstico, reparación, reemplazo de piezas, limpieza y pruebas de calidad.
  3. Gestión de embalajes: busca gestionar envases o empaques con el objetivo de reutilizarlos, repararlos o reciclarlos, lo que permite recuperar el valor del embalaje, reducir desperdicios y disminuir costos en la compra de nuevos materiales.
  4. Productos no vendidos: se encarga de las devoluciones de minoristas a fabricantes o distribuidores. En este caso, cada artículo pasa por las siguientes fases de control:

    Análisis del producto:

  • Reacondicionamiento y remanufactura: si el producto está en buen estado, se reacondiciona para ponerlo en venta a un menor precio.
  • Reciclaje: si el producto no es apto para la venta, sus materiales se separan para ser usados como materia prima en nuevos procesos de producción.

    Reingreso a la cadena de suministros:

    En esta fase, los productos que sirven para la venta se ponen en Stock, y los materiales extraídos se usan nuevamente en diferentes procesos de producción.

  1. Productos al final de su vida útil: se les conoce como EOL, por las siglas“End Of Life”. Estos productos son sometidos a los siguientes procesos:

  • Recuperación: implica la devolución de productos al fabricante o sus centros de gestión.
  • Recepción e inspección: define cuál es la mejor disposición para el producto: reventa, reparación, reacondicionamiento o reciclaje.
  • Gestión de residuos: se da la mejor disposición final responsable a los productos y componentes que ya no tienen utilidad.

    Este tipo de logística inversa ayuda a las empresas con las regulaciones ambientales, disminuyendo su huella de carbono.


  1. Productos no entregados: los conductores o repartidores devuelven los productos a los centros de calcificación, y de allí a su punto de origen.


¿Cuáles son los beneficios de la logística inversa?

Recuperación del valor: las empresas pueden recuperar productos, materiales o componentes que aún tienen valor en el mercado.

Satisfacción del cliente: un proceso de devolución eficiente mejora la experiencia del cliente.

Sostenibilidad: al fomentar la reutilización y la disposición adecuada de productos y residuos, ayuda a minimizar el impacto ambiental, evitando el uso inadecuado de materias primas y ahorrando energía en los procesos de fabricación.

Mejora la competitividad: al gestionar de manera eficiente la logística inversa, se disminuyen los costos, logrando un mejor posicionamiento en el mercado.

Cumplimiento normativo: ayuda al cumplimiento de las regulaciones ambientales y de la gestión de residuos.


Fuentes: